La línea ferroviaria más popular entre los tucumanos fue la del tren “El provincial”, habilitada en 1889 en avenida Roca al 600, y que duraría hasta el cierre de los ferrocarriles en 1978.

Cuenta Carlos Páez de la Torre (h) en “El viejo Provincial”, que tenía ramales que la conectaban con todos los ingenios azucareros y era utilizadísimo su “coche motor”. “El escritor Julio Ardiles Gray lo definió como ‘el ómnibus ferroviario, la línea de estudiantes, maestros y profesores’ ”.

En su libro “Tucumán entre dos siglos” Ezequiel Díaz describió que cubría “integrado en el paisaje, prodigando nervio y emoción lugareña, internándose entre villas y pueblitos de acuarela, contribuyendo en una forma y otra a la expansión y cultura de la región”.

Díaz dijo que era “alegre, diminuto, festivo; un ferrocarril de cuerda, adminículo de una ciudad feliz que vive en constante primavera. Vagones y máquinas son los de un parque de diversiones. Su recorrido es vecinal, cercano, cómodo. En toda su extensión no hay montañas que se interpongan, túneles ni viaductos; no existen pendientes ni curvas peligrosas”. Dice que sólo el ramal a Yerba Buena se elevaba un tanto del nivel común de la línea principal.

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Se deslizaba “bullanguero por entre cañaverales, quintas y cercos plenos de verdor y frescura. Ríos y arroyos rumoreaban a su paso, alegres y saltarines. A su vera sigue la falda del cerro desplegando su abanico multicolor y aumentando así el impresionismo de sus cuchillas movediza s y tangibles”.

Teresa Piossek Prebisch ilustró en el sitio de Facebook de la Junta de Estudios Históricos la llegada, el 28 de septiembre de 1889, del primer tren El Provincial a la estación.